CREENCIAS LIMITANTES
POR Verónica Pousada
09/05/2023
¿Te sientes insatisfecha con tu trabajo o profesión? Si es así, es posible que tengas creencias limitantes que están obstaculizando tu camino hacia la realización personal y profesional. Pero, ¿de dónde vienen estas creencias? ¿Cómo se relacionan con las heridas de la infancia?
¿Qué son las creencias limitantes?
Las creencias limitantes son pensamientos negativos que nos autoimponemos, y que nos impiden avanzar hacia lo que deseamos y desarrollarnos plenamente. Son como una voz interna que nos dice que no somos lo suficientemente buenos o que no tenemos lo que se necesita para triunfar. Estas creencias pueden ser muy poderosas y difíciles de superar, pero es importante saber que son solo eso, creencias, y no necesariamente reflejan la realidad.
Para muchas personas, las creencias limitantes pueden ser especialmente problemáticas en el ámbito laboral. Tal vez sienten que su trabajo no es lo que realmente quieren hacer, o que no están progresando como les gustaría. Si te identificas con esto, es posible que te estés enfrentando a una o varias creencias limitantes que te impiden avanzar.
Otras veces, necesitamos empezar por encontrar una flecha que nos guíe en el camino, conocernos mejor, indagar en nuestro interior para saber cuál es nuestro Superpoder, nuestro Ikigai y nuestro Propósito, en mi web e IG tienes un enlace a una guía rápida para entender estas tres palabras tan relevantes, que marcaron un antes y un después en mi historia.
¿Cuáles son las principales creencias limitantes?
Existen muchas creencias limitantes diferentes, pero algunas de las más comunes son:
"No soy suficientemente…"
"No soy capaz …"
"No merezco…"
"No valgo…"
Otras:
"Siempre me va mal"
"Es difícil cambiar"
"No tengo lo que se necesita para triunfar"
"Nunca voy a lograr mis metas"
“Esto es lo que me tocó”
“Más vale malo conocido que bueno por conocer”
El refranero hace mucho daño en nuestra mente, pero sobre todo en nuestra alma.
Todas estas creencias pueden ser muy limitantes y frustrantes, pero es importante recordar que no son verdades universales. Muchas veces estas creencias son el resultado de experiencias pasadas o de la interpretación que hacemos de ellas, y no necesariamente reflejan la realidad.
¿Cómo se clasifican las creencias limitantes?
Se podría simplificar la clasificación de creencias limitantes agrupando a solo 4 categorías. Algunas formas de hacerlo son:
- Creencias de identidad o autoevaluación: estas creencias se refieren a la percepción que uno tiene de sí mismo y sus habilidades, como "no soy lo suficientemente bueno" o "no tengo lo que se necesita para tener éxito".
- Creencias de merecimiento: estas creencias se refieren a la creencia de si nos damos el derecho a experimentar algo y sentir que uno es digno de amor, respeto y felicidad, como "no merezco tener lo que quiero" o "no soy digno de amor".
- Creencias de posibilidad o falta de control: estas creencias se refieren a la creencia de que uno tiene o no tiene control sobre su vida y sus circunstancias, como "no puedo hacer nada al respecto" o "no puedo manejar esto".
- Creencias de capacidad: estas creencias se originan con la experiencia de ensayo y error, como "no soy capaz de conseguirlo" o "no tengo la capacidad suficiente para lograr".
Ten en cuenta que esta es solo una forma de simplificar las creencias limitantes y que algunas creencias pueden pertenecer a varias categorías al mismo tiempo, dependiendo de su contenido y el contexto en el que se utilizan. Sin embargo, esta simplificación puede ayudarte a tener una comprensión más clara y general de las creencias limitantes y puede ser útil en un proceso de autoconocimiento.
Un ejemplo de una creencia limitante que podría pertenecer a varias categorías al mismo tiempo podría ser "Siempre fracaso en todo lo que intento". Esta creencia podría pertenecer a la categoría de merecimiento, ya que se refiere a la percepción negativa que uno tiene de sí mismo y su habilidad para tener éxito. También podría pertenecer a la categoría de autoevaluación, puesto que se refiere a un patrón negativo en la vida de uno. Además, también podría pertenecer a la categoría de falta de control, porque se refiere a la creencia de que uno no tiene la capacidad o los recursos necesarios para alcanzar sus metas.
¿Cómo se relacionan las creencias limitantes y las heridas de la infancia?
Existe una posible relación entre las creencias limitantes y las heridas de la infancia. Por ejemplo, la herida de abandono emocional podría llevar a la creencia de "no soy digno de amor" o "no soy importante", perteneciendo a la categoría de identidad. Asimismo, la herida de humillación (abuso físico o emocional) podría llevar a la creencia de "no merezco ser tratado con respeto" o "no merezco ser feliz", correspondiendo a la categoría de merecimiento.
De manera similar, la herida de rechazo podría llevar a la creencia de "soy rechazable" o "no soy querible", correspondiendo a la categoría de identidad. La herida de falta de límites podría llevar a la creencia de "no tengo control sobre mi vida" o "no puedo confiar en los demás", perteneciendo a la categoría de falta de control (posibilidad).
Por último, la herida de pérdida o separación (abandono) podría llevar a la creencia de "no merezco tener lo que quiero" o "no puedo confiar en las relaciones", siendo de la categoría de merecimiento. La herida de traición podría llevar a la creencia de "no estoy seguro" o "no estoy a salvo", correspondiendo a la categoría de falta de control (posibilidad).
Las heridas de la infancia más comunes son 5:
Miedo al rechazo: La consecuencia en edad adulta es huir del compromiso y no sentirse merecedores de afecto.
Miedo al abandono: La consecuencia es evitar la soledad y sienten mucha dependencia.
Miedo a la humillación: La consecuencia es sentir culpa y vergüenza.
Miedo a la injusticia: La consecuencia es buscar el perfeccionismo, ser muy exigentes.
Miedo a la traición: La consecuencia es no confiar, necesitan manipular y controlar.
Es importante señalar que cada persona es única y que las creencias limitantes pueden variar según las heridas de infancia y la forma de interpretarlas (el significado) por cada una.
No obstante, comprender la raíz de una creencia limitante puede ayudar a entender una posible herida de infancia.
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